Mientras el pequeño dinosaurio Finlay cuenta tranquilamente sus
gominolas, para hacer el reparto entre su amigo y él, intenta
intimidarle un malhumorado dinosaurio mucho más grande y feroz (y
bastante fanfarrón). Sin embargo Finlay no se acobarda,pues su amigo es
más grande y hábil. ¿Será cierto que Finlay tiene un enorme amigo
dispuesto a ayudarle, o será sólo producto de su imaginación, como cree
el Dinosaurio fanfarrón...? Si éste aprende a compartir, descubrirá a
dos muy, muy, muy buenos nuevos amigos.
Los enormes dibujos de dinosaurios y los serpenteantes diálogos de esta
divertida historia fascinarán a todos los niños. Aprenderán no solo a
compartir y a ser generosos, sino también que los deseos no se consiguen
con malas formas y amenazas... si nuestros propósitos son nobles,
siempre contaremos con la ayuda de un gran, gran, gran aliado que nos
demuestre el valor de la amistad y el compañerismo.
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